13 agosto 2010

Un instante de felicidad


"Pero ya no me acuerdo de mi humillación, Nastenka; no he cubierto tu bella dicha con una triste nube. No he hecho nacer en tu alma el remordimiento. No he querido marchitar las tiernas flores que perfumaban tus cabellos el día en que te vi en la iglesia. No, nunca, nunca. Bendito sea tu paraíso; que tu querida sonrisa permanezca serena y que tú misma seas bendita por el instante de dicha y de amor que has dado al corazón solitario y para siempre a ti agradecido.
¡Dios mío! ¿Un instante de felicidad no basta a una vida humana?"


Fiódor Dostoievski, Noches blancas.

2 comentarios:

  1. guaaau!!! impresionante frase y pregunta final! ojalá todos fuéramos así de generosos y no rencorosos con el otro como en realidad somos irremediablemente...

    ResponderEliminar