30 enero 2016

Simulaciones

Cuidado con las simulaciones, todo el mundo se las toma en serio. La gente no creyó a Semmelweiss cuando trataba de convencer a los médicos de que se lavaran las manos antes de tocar a las parturientas. Decía cosas demasiado simples. La gente cree al que le vende la loción para curar la calvicie. Algo les dice que ese individuo combina verdades que no se pueden combinar, que no razona correctamente ni tiene buena fe. Pero toda la vida han oído decir que Dios es complejo, e insondable, de modo que para ellos la incoherencia es lo que más se parece a la naturaleza divina. Lo inverosímil es lo que más se parece al milagro.


Umberto Eco, El péndulo de Foucault.
Buenos Aires, Sudamericana, 2012.

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