01 septiembre 2018

Milagro

Milagro pudo dar lo que dió porque lo conocía, la habían llevado en auto al colegio. Al que siempre vivió en la miseria la imaginación le queda corta para desear, antes de anhelar es necesario ver, y no de lejos. Pero tampoco es capaz de imaginar la escasez el que nació en la holgura. Inútil exigírselo, Milagro lo sabía cuando le dijo a la locutora: "El rico no tiene oído". Moraleja, la doble pertenencia social nos divide, nos parte por el medio, pero también nos permite, en casos excepcionales de generosidad, utilizar lo que se dabe de un mundo para auxiliar al otro.
Doble pertenencia, doble identidad: Milagro fue una niña rica, pero de cara negra, Evita fue la hija de un estanciero, o testaferro de estancieros, y de una pobre chica vendida a este por su madre a cambio de una yegua y un sulky.

Alicia Dujovne Ortiz, Milagro.
Buenos Aires, Marea, 2017.