31 julio 2010

Pensamientos de Philip Marlowe


"El reloj indicaba las 10:56. Lo que significaba que había estado durmiendo durante veinte minutos.
Un sueño de veinte minutos. Una linda siesta. En ese período había dejado escapar a unos delincuentes y había perdido ocho mil dólares. Bueno, ¿y por qué no? En veinte minutos se puede hundir un acorazado, voltear tres o cuatro aviones, realizar una doble ejecución. Se puede morir, casarse, incendiarse, conseguir un trabajo, hacerse sacar un diente, hacerse extraer las amígdalas. En veinte minutos uno incluso puede levantarse a la mañana. Se puede conseguir un vaso de agua en un night club... quizás.
Veinte minutos de sueño. Es un largo rato. Especialmente en una noche fría y al aire libre. Empecé a temblar."

"Me levanté, fui al lavamanos en el rincón y me eché agua fría en la cara. al cabo de un momento me sentí un poco mejor, pero muy poco. Necesitaba un trago, necesitaba un seguro de vida muy grande, necesitaba vacaciones, necesitaba una casa de campo. Lo que tenía era un sobretodo, un sombrero y una pistola. Me los puse y salí del cuarto."


Raymond Chandler, fragmentos de Adiós, muñeca, en la brillante traducción de César Aira.

¿Cómo se generan las guerras?


"Me preguntó cuáles eran las causas o motivos que generalmente conducían a un país a guerrear con otro. Le contesté que eran innumerables y que iba a mencionarle solamente las más importantes. En algunas oportunidades, la ambición de príncipes que nunca creen tener bastantes tierras y gente sobre las que gobernar; en otras, la corrupción de ministros que comprometen a su señor en una guerra para ahogar o desviar el clamor de los súbditos contra su mala administración.
La diferencia de opiniones ha costado muchos miles de vidas. Por ejemplo: si la carne era pan, o si el pan, carne; si el jugo de cierto grano era sangre o vino; si silbar era un vicio o una virtud; si era mejor besar un poste o arrojarlo al fuego; qué color era mejor para una chaqueta, si negro, blanco, rojo o gris; y si debía ser larga o corta, ancha o estrecha, sucia o limpia, con otras muchas cosas más. Y no ha habido guerras tan sangrientas y furiosas, ni que se prolongasen tanto tiempo, como las ocasionadas por diferencias de opinión, en particular si eran sobre cosas indiferentes."

Jonathan Swift, brillante página de Los viajes de Gulliver.

Estaba pensando...


"Estaba pensando en todo lo que se había dicho. Mi mente aún estaba trabajando sobre algunas de las expresiones que se habían empleado. 'No hay mayor disparidad en el matrimonio que la inadecuación de la mente y los propósitos.' 'El primer impulso equivocado de un corazón indisciplinado' [...] Pero habíamos llegado a casa y las hojas muertas crujían bajo nuestros pies y soplaba un viento otoñal."

Charles Dickens, final de un capitulo de su gran novela David Copperfield.

La idea inicial


"Supongo que muchos novelistas llevan en la cabeza o en sus cuadernos de notas la idea inicial de una historia que nunca llegan a escribir. A veces, uno puede volver sobre ella al cabo de muchos años y pensar con tristeza qué buena hubiera podido ser en un tiempo ahora muerto definitivamente. Hace mucho tiempo escribí en la solapa de un sobre un párrafo inicial: 'Había dado mi último adiós a Harry hacía una semana cuando depositaban su ataúd en la helada tierra de febrero, de manera que no me lo creí cuando le vi pasar por el Strand, sin un gesto de reconocimiento, entre una muchedumbre de desconocidos.' Al igual que mi protagonista, tampoco yo tenía ni idea de cuál podía ser la explicación [...]"

Graham Greene, en la introducción a El tercer hombre.

30 julio 2010

La educación de los hijos

-Perdonalo Alfonso.
-No, no lo perdono nada.
-Ay yo no sé.
-No lo perdono. No.
-Pero es que ya es mucho.
-No; qué es mucho. El que la sigue es él.
-Pero es chico, vida.
-Qué chico ni chico, que aprenda ahora. Yo también fui chico si es por eso.
-Sí, pero ahora es distinto.
-Mirá, Clarita, terminemos, yo no lo perdono ni mierda, tampoco lo voy a ir a hablar.
-Lo que pasa es que vos sólo pensás en vos, ¿y yo? A mí que me parta un rayo. ¿Te creés que me gusta que vienen y me preguntan por la calle?
-Vos por que das bola, además, la educación de los hijos cada uno la hace como se le canta.
-Es que ya va a perder el año, te lo dije Alfonso, me habló la señorita.
-Peor es que pierda el respeto por su padre, si pierde un año ya lo va a recuperar, no es idiota el chico, creo ¿no?
-Yo no, no sé, lo único que te digo es que no veo las horas de verlo de nuevo.
-Y yo también, ¿qué te creés?, ya va a salir te digo, ya va a salir.
-Sí, lo mismo dijiste en octubre y todavía está ahí.
-Es que vos no tendrías que haberle llevado comida. Te lo dije...
-Pero Alfonso, ¡se iba a morir!
-¡Qué mierda se va a morir, ya ibas a ver cómo salía!
-Pero no se puede hacer eso, después de todo, como dice mamá, por una soncera.
-Tu mamá que no se meta en esto, además lo que pueda decir me importa un huevo.
-¡Alfonso!
-Me importa un huevo, si está reblandecida yo no tengo la culpa.
-No pensabas así cuando le pediste plata.
-Yo sabía que iba a salir lo de la plata, sí, sabía que eso le iba a dar excusa para meterse en todo lo que no le importa.
-¡Qué no le importa, es el nieto y se está muriendo de hambre!
-Si se está muriendo de hambre que se joda, en Saigón, por ahí, se mueren miles de pibes de hambre, ¿o no leés los diarios vos?
-Acá no es Saigón, y si allá se mueren de hambre yo no voy a permitir que acá mi hijo se muera de hambre.
-Vos no te preocupés, ya va a salir, no podrá resistir mucho más.
-¿Te parece bien eso?, que tu hijo se coma el algodón, los elásticos, ¿te parece?, que se coma el cotín.
-Ya también se le va a terminar, ¿vos lo viste?
-Ayer lo ví.
-¿Cómo está?
-No lo vi mucho, estaba oscuro.
-Hubieras prendido la luz.
-No. Grita. Le hace mal la luz. Vos no crees pero, ¿no se estará quedando ciego?
-¡Pero mirá con lo que salís ahora. ¿qué? ¿vas a hacer un drama porque el otro boludo caprichoso se metió ahí y no quiere salir?
-Pero grita.
-Que grite ¡qué joda!, tanto tiempo a oscuras a cualquiera le molesta la luz.
-Y la señorita dijo que no iba a venir...
-¿Y quién la llamó?
-Yo, como la otra vez vino...
-¿Y a qué vino?
-A decirle a ver si salía, que volviera al colegio, que los compañeritos lo extrañaban.
-¿Y el otro?
-Que no, que no y que no.
-No la llamés más a esa boluda.
-No seas así, ahora dijo que no venía por que le duele la cintura y no puede estar mucho agachada, además que le da no sé qué verlo así.
-Y también el olor.
-Claro Alfonso, el olor, nosotros no nos damos ya cuenta, pero la gente, la gente sí. Imagináte tanto tiempo haciendo caca y pis ahí abajo. Ay, Dios mío, Alfonso por favor, yo no sé, vos también.
-Yo también nada, si caga y mea ahí abajo dejálo, que se joda, tirá creolina, kerosén.
-No le puedo tirar Alfonso, entendé, mirá si se infesta, creo que está lastimado, que se clavó una astilla en la rodilla.
-Mulas, son mulas para que le tengamos lástima.
-¿Y cómo no le vas a tener lástima, Alfonso? Es chico.
-¿Y él tiene lástima cuando hace las perrerías que hace? ¿Tiene lástima? Así se va a educar. Va a ver.
-Yo no sé, si no sale para las Fiestas yo llamo a alguien, no sé, o agarro y me vuelvo loca.
-Perdé cuidado que va a salir, ya en diciembre esa pieza es un fuego. Vas a ver cómo sale cuando se achicharre ahí abajo, muerto de hambre y entre la caca recalentada.
-¿Y si no sale Alfonso?
-Si no sale ya veremos, no te preocupés, yo tampoco quiero paras las Fiestas sin él.


Roberto Fontanarrosa, La educación de los hijos, insólito cuento del libro Los trenes matan a los autos.

La incomodidad que no es


"Es incómodo hacer el amor en un ferrocarril, pero mucho más incómodo es no hacerlo. El jadeo del tren se funde con el nuestro, es un compás como el de un barco. Fuera el viento golpea como hace tantos años golpeaba el río como mar, y en realidad es mi adolescencia la que penetra alborozada en los quince años de mi único amor."

"Tenía amigos inteligentes, pródigos, entretenidos, pero observaba en la conducta de los norteamericanos un doble nivel, un juego en duplicado: y esto en la amistad, en el sexo, en los negocios. Herencia del puritanismo, tal vez. Todos tenemos una dosis más o menos normal de hipocresía, pero ella nunca la había visto convertida en un rasgo nacional."


Mario Benedetti, fragmentos de un gran cuento: Puentes como liebres.

Esa fuerza...


"Esta fuerza que persigue a los personajes es el prejuicio, la ceguera, la rutina y la incomprensión de las gentes: la opinión pública."

Manuel Villegas López, en su biografía de Charles Chaplin, El genio del cine.

Las cosas a su debido orden


"Mas lo que más le fatigaba era el no verse armado Caballero, por parecerle que no  se podía poner legítimamente en aventura alguna sin recibir la Orden de Caballería."

Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, final del Cap. II.

La atonalidad nos deja atónitos...


"[...] - Así pues -continuó- primero viene la obertura, que yo veo como algo ligero y pegadizo, pero en la escala dodecafónica, a modo de guiño a Schönberg.
- Pero, en buena lógica, habiendo tantos y tan hermosos valses de Strauss... -
- No seas bucéfalo -dijo Wunch con un gesto de desdén-. Eso lo reservamos para la apoteosis final, cuando el público se muera por un respiro después de dos horas de atonalidad."

Woody Allen, en Cantad, Sacher Tortes, cuento que aparece en su libro Pura anarquía.

Austríacos vs alemanes

"Los austríacos son en verdad el pueblo más astuto del mundo: se las ingeniaron para hacer de Beethoven un austríaco y de Hitler un alemán."

Daniel Barenboim, en su autobiografía Una vida para la música.

El enigmático Satie...


"[...] Fué un compositor que rompió las reglas, se rió de todo y de sí mismo y no respetó ninguno de los conceptos tradicionales de la música. Era de otro planeta. "

Jean-Yves Thibaudet, hablando de Satie en una entrevista no me acuerdo donde.

El Jazz, esa música incomprensible...


"There is a Japanese visual art in wich the artist is forced to be spontaneous. He must paint on a thin stretched parchment with a special brush and black water paint in such a way that an unnatural or interrupted stroke will destroy the line or break throug the parchment. Erasures or changes are impossible."

Bill Evans, en las notas originales del disco Kind of Blue de Miles Davis, tratando de darle una explicación al Jazz...


"A menudo, la gente dice: No entiendo nada de esta música, y pienso: por qué tratan de entenderla, sólo escúchenla."

Steinar Raknes, en una charla para la revista digital El Vernáculo (muy recomendable!)

La novela y el cine

"[...] A la misma condición se deben los fracasos de ciertos traslados (siniestras palabras) de obras esencialmente literarias al cine. ¿Viste Santuario? No quedó más que el folletín, lo que se suele llamar el asunto de la novela. Y digo lo que se suele llamar por que el asunto es la novela toda, con sus riquezas y esplendores, con sus implicaciones recónditas, con las infinitas reverberaciones de sus palabras, sonidos y colores, no esos famosos y presuntos "hechos".
No hay temas grandes y temas pequeños, asuntos sublimes y asuntos triviales. Son los hombres los que son pequeños, grandes, sublimes o triviales. La "misma" historia del estudiante pobre que mata a una usurera puede ser una mera crónica policial o Crimen y Castigo."

Ernesto Sábato, en Abaddón el exterminador.