22 noviembre 2012

Pienso, luego soy

[...] pensando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos podemos tenerlos también cuando dormimos, sin que ninguno sea en este caso verdadero, me resolví a suponer que todas las cosas que habían penetrado en mi espíritu eran tan falsas como las ilusiones de mis sueños. Pero, inmediatamente después, me di cuenta de que, mientras quería pensar que todo era falso, era absolutamente preciso que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa, observando que esta verdad: pienso, luego soy, era tan firme y cierta que las más extravagantes hipótesis de los escépticos no eran capaces de destruirla, juzgué que podía admitirla sin escrúpulo como primer principio de la filosofía que buscaba.


René Descartes, Discurso del Método, Aguilar, Buenos Aires, 2010.

1 comentario:

  1. ¡Me gustó mucho este fragmento del texto! Tu admiradora secreta ;)

    ResponderEliminar