01 mayo 2011

PAZ

Hasta que de pronto vio con asombro una lápida que decía:

Ernesto Sabato
Quiso ser enterrado en esta tierra
con una sola palabra en su tumba
PAZ

"Paz." Sí, seguramente era eso y quizá sólo eso lo que aquel hombre necesitaba, meditó. Pero ¿por qué lo había visto enterrado en Capitán Olmos, en lugar de Rojas, su pueblo verdadero? ¿Y qué significaba esa visión? ¿Un deseo, una premonición, un amistoso recuerdo hacia su amigo? Pero ¿cómo podía considerarse como amistoso imaginarlo muerto y enterrado? En cualquier caso, fuera como fuera, era paz lo que seguramente ansiaba y necesitaba, lo que necesita todo creador, alguien que ha nacido con la maldición de no resignarse a esta realidad que le ha tocado vivir; alguien para quien el universo es horrible, o trágicamente transitorio e imperfecto.



Ernesto Sabato, en Abaddón el exterminador (p. 428).
Seix Barral, 2006.

Dolor por la muerte de Ernesto Sabato - Lanacion.com.ar

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