12 abril 2016

Medios

Los medios de comunicación dominantes viven en el instante de la inmediatez, en la incultura histórica, en el rechazo de la historia y el desprecio de la genealogía, de ahí que transformen rápidamente todo intento de pensar en legitimación de lo que es pensado. ¡Como si pensar una erupción volcánica fuera darle razón! Para una parte de los medios de comunicación, pensar es justificar, porque poseen una lógica binaria y moral: hay que estar a favor del Bien y contra el Mal después de que hayan decidido que era necesario pensar en términos de moralina y de que hayan decretado donde se encontraban el Bien y el Mal. El trabajo del filósofo no es como el del cura, que inciensa y bendice, sino un trabajo de radiólogo, que después le permite intervenir al cirujano.
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¿A qué se debe el ascenso de la xenofobia, el antisemitismo, etc.?  
La miseria, la pobreza, la pauperización, el dominio del liberalismo sin cortapisas, la negación de la dignidad de los pueblos, la humillación de millones de personas, la proletarización del mundo, la precariedad generalizada por la globalización, el reinado absoluto del dinero, la impunidad de los poderosos cuando son delincuentes, el embrutecimiento de los pueblos transformados en populacho por los medios de comunicación, el adoctrinamiento ideológico con la televisión como droga adictiva, el cinismo de quienes nos gobiernan, el desprecio por la cultura sustituida por la diversión de baja calidad, la contaminación de todas las cosas por el mercado, que impone su ley. Etc. Abolir la dignidad de un ser o de un pueblo supone convertir ese ser y ese pueblo en una bestia furiosa, ya que está herida.


Michel Onfray, entrevista en La Vanguardia.
http://www.lavanguardia.com/cultura/20160411/401021312495/entrevista-michel-onfray-la-vanguardia.html

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